El Capitolio Nacional es una maravillosa obra de ingeniería inaugurada en 1929 bajo costo de 17 millones de pesos de la época y tras solo 3 años de labores.

Su cúpula es especialmente notable y recuerda a la basílica de San Pedro en Roma.

Sus interiores son muy significativos por el lujo y el buen gusto que fueron dotados en su decoración. Especialmente recomendables son los frescos que engalanan los techos del Salón de los Pasos Perdidos, espacio que recibe al visitante nada más abandonar la larga escalinata que lleva a la entrada del edificio.

El Capitolio es el segundo punto más alto de la ciudad, sólo superado por el Monumento a José Martí de la Plaza de la Revolución.

Fue construido para albergar las dos cámaras del Congreso de la nación, las que sesionaron hasta 1959, en los dos hemiciclos ubicados en cada uno de los extremos del edificio.

Dirección: Prado, 422, La Habana 10200, Cuba

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