El Hotel San Miguel ocupa una espléndida mansión colonial construida en el siglo XIX que perteneció a Antonio San Miguel y Segalá, periodista, político y hombre de negocios, quien la compró para vivir allí con su familia a principios del siglo XX.
Es un acogedor e íntimo hotel de solo 10 habitaciones con una magnífica ubicación en la Habana Vieja, una bella fachada de piedra de cantería, y una terraza muy agradable en el último piso que invita a disfrutar de la brisa del mar y las increíbles vistas de la bahía de La Habana con sus fortalezas El Morro y San Carlos de la Cabaña.
Destacan también las áreas interiores, que exhiben escaleras de mármol con pasamanos de hierro fundido que otorgan grandiosidad a la recepción, los pisos de mármol, los vitrales originales rescatados en su restauración, la decoración y mobiliario, igualmente antiguos en armonía con la arquitectura. Adornando las paredes se pueden apreciar reproducciones de fotos de la época.
Las habitaciones son de buen tamaño, elegantes y tranquilas. Algunas poseen balcones y vistas a la bahía.
La mayoría de los comentarios de clientes coinciden en que el personal de este pequeño hotel es particularmente atento, profesional y amable, y que el desayuno es muy correcto.
La ubicación del San Miguel es privilegiada, pues se encuentra a poca distancia de todos los sitios de interés del casco histórico: La Bodeguita del Medio, el antiguo Palacio Presidencial hoy Museo de la Revolución, la Plaza Vieja, el Capitolio Nacional.
Muy próximo al hotel está El Palacio de la Artesanía, otra casa restaurada de la época colonial, donde encontrará tienditas para comprar artesanías y souvenirs, cafés y pequeñas bandas de música tradicional cubana tocando en vivo.